martes, 25 de noviembre de 2014

Estrés oxidativo

El estrés oxidativo es causado por un desequilibrio entre la producción de especies reactivas de oxigeno  y la capacidad de un sistema biológico de detoxificar rápidamente los reactivos intermedios o reparar el daño resultante. Todas las formas de vida mantienen un entorno reductor dentro de sus células. Este entorno reductor es preservado por las enzimas que mantienen el estado reducido a través de un constante aporte de energía metabólica. Des-balances en este estado normal redox pueden causar efectos tóxicos a través de la producción de peroxidos y radicales libres que dañan a todos los componentes de la célula, incluyendo las proteinas, los lipidos y el ADN.
En el ser humano, el estrés oxidativo está involucrado en muchas enfermedades, como la, la ateroesclerosis,Parkison, encefalopatia miálgica, sensibilidad quimica multiple, periodontitis, varicocele, enfermedad de alzheimer y también puede ser importante en el envejecimiento.
En términos químicos, el estrés oxidativo es un gran aumento (cada vez más negativo) en la reducción del potencial celular o una gran disminución en la capacidad reductora de los pares redox celulares como el glutatión Los efectos del estrés oxidativo dependen de la magnitud de estos cambios, si la célula es capaz de superar las pequeñas perturbaciones y de recuperar su estado original. Sin embargo, el estrés oxidativo severo puede causar la muerte celular y aún una oxidación moderada puede desencadenar la apoptosis, mientras que si es muy intensa puede provocar la necrosis.
Un aspecto particularmente destructivo del estrés oxidativo es la producción de especies de oxígeno reactivo, que incluyen los radicales libres y los peróxidos. Algunas de las menos reactivas de estas especies (como el superóxido) pueden ser convertidas por una reacción redox con metales de transición u otros compuestos de ciclo redox en quinonas, especie radical más agresiva que puede causar extenso daño celular.3 La mayoría de estas especies derivadas del oxígeno se producen en un nivel bajo en condiciones normales de metabolismo aerobico y el daño que causan a las células es reparado constantemente. Sin embargo, bajo los graves niveles de estrés oxidativo que causa la necrosis, el daño produce agotamiento de ATP impidiendo la muerte celular por apoptosis controlada, provocando que la célula muera liberando al medio numerosos compuestos citotóxicos.


Este desequilibrio y predominio de los radicales libres se debe a múltiples causas: 

Las endógenas(producidas por el organismo en su funcionamiento), como la respiración mitocondrial, la activación de polimorfonucleares, el metabolismo de ácido araquiodónico, las acciones enzimáticas, entre otros.

Las exógenas, se deben a factores externos como la contaminación ambiental, la obesidad, el sedentarismo, hábitos tóxicos; estrés prolongado, desconocimiento nutricional, exposición indebida al Sol o a diversas enfermedades como la diabetes, artritis, enfermedad de Crohn’s, SIDA o daños sobre el sistema nervioso central, cáncer, hepatitis A, B y C, insuficiencia renal crónica, asma, enfermedades cardiovasculares y daño por isquemia-reperfusión. Se ha demostrado científicamente que la presencia de este tipo de estrés oxidativo es causa o consecuencia de más de 250 enfermedades.

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